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Consejos para cuidar y conservar tus libros favoritos

¿Cómo es mejor almacenar un libro: tumbado o de pie? ¿Cuál es el proceso de limpieza adecuado? Reunimos algunas recomendaciones para conservar en perfecto estado tus libros antiguos y novelas favoritas.


Estantería con libros
Las malas prácticas de almacenamiento pueden destrozar una obra de gran valor.

Tanto si eres un coleccionista experto como si te estás iniciando en el mundo de bibliofilia, o incluso un coleccionista accidental porque has descubierto una joya en tu biblioteca, deberías tener en cuenta una serie de buenas y sencillas prácticas para evitar que el paso del tiempo, la humedad o la luz dañen las páginas o las tapas de tus libros más apreciados.

Una correcta conservación resulta especialmente importante cuando hablamos de libros antiguos, más sensibles a las inclemencias del paso del tiempo o las caídas accidentales.

Cómo almacenar libros: ¿mejor tumbados o de pie?

Se habla mucho sobre las preferencias a la hora de organizar una biblioteca: por géneros, editorial, temática… Quizás la opción más polémica sea la de distribuir los libros en función de los colores de las tapas. Sin embargo, hay una serie de aspectos a tener en cuenta para que nuestra colección resulte, además de bonita y servicial, un entorno amigable para los materiales de los que está compuesto un libro.

Cuida especialmente los lomos: son la parte más importante y delicada de un volumen. Si los apilas horizontalmente probablemente ejerzas una presión excesiva sobre la zona, por lo que recomendado es almacenarlos de manera vertical en un espacio ajustado (pero no demasiado) y entre libros de tamaño similar. Es decir, que cada uno sostenga su propio peso verticalmente y no se apoye sobre el resto de la colección. Ojo, nunca los coloques de manera inclinada.

Sin embargo, en caso de que se trate de un volumen de grandes dimensiones, en los que la parte del texto sea especialmente pesada, lo mejor es colocarlo en horizontal. Así evitaremos que el lomo se separe de las páginas. Si decidieras apilar varios de estos libros uno sobre otro, hazlo con especial cuidado y procura que la torre no sea demasiado alta.

Estantería con libros
Procura tener especial cuidado a la hora de extraer los libros de las baldas de tu biblioteca. / Foto de Nubia Navarro / Pexels

Algunos trucos básicos para cuidar tus libros en el día a día

  • Evitar tanto la luz solar directa como la artificial para prevenir el desgaste de las tapas y el daño de la policromía de las encuadernaciones
  • Limpia con frecuencia las estanterías de tu biblioteca. Hazlo con cuidado, pero si crees que necesitas asistencia de una aspiradora, recurre a ella. Es mejor prevenir que curar
  • Evita fumar cerca de donde guardes tus libros más valiosos
  • Procura situar tu biblioteca en una zona que no sea húmeda, lo mejor es un ambiente estable en el que no varíen drásticamente las temperaturas y que esté alejada de fuentes de calor
  • Guarda los libros lejos de la pared para que el aire circule y los libros puedan respirar
  • A la hora de extraerlos, agarra el libro por la parte central del lomo
  • Si tienes un libro especialmente valioso, evita guardar en él recortes de periódico, marcapáginas, notas, etc. Estos materiales contienen sustancias ácidas que pueden dañar una obra de manera irreversible
  • Según las recomendaciones de R. Siedlecki Vintage Books para Biblio, si planeas regalar un libro es mejor no recortar el precio de su sobrecubierta, ya que podrías arruinando una parte clave de la obra

¿Necesitas limpiar un libro antiguo? ¡Sigue estos trucos!

Puede que uno de los volúmenes de tu biblioteca o una reciente y esperada adquisición no esté en las mejores condiciones y necesite una limpieza. Al fin y al cabo, no siempre se pueden almacenar los libros en unas condiciones óptimas para preservar el material del que estás compuestos.

En caso de que las recomendaciones anteriores lleguen tarde, el primer paso es decidir el nivel de limpieza y las técnicas que requiere la tarea. Hay muchas formas de limpiar una obra antigua, pero hay que tener en cuenta que si queremos mucha efectividad necesitaremos un producto abrasivo que puede dañar nuestra obra literaria.

Empieza probando a retirar la suciedad superficial con un trapo de cocina o con un tejido de algodón (una camiseta vieja que ya no uses, por ejemplo). Evita, no obstante, bayetas con olores u otras sustancias. Un trapo suave es el mejor aliado para limpiar, por ejemplo, pan de oro.

Si la encuadernación tiene detalles barrocos, puedes recurrir a un cepillo de dientes suave. También lo puedes usar para limpiar los lomos y las esquinas. También puedes utilizar la clásica goma de borrar para eliminar manchas simples.

Existen, claro, productos específicos como las almohadillas limpiadoras de documentos, un producto para retirar la suciedad superficial del papel, mapas antiguos u otros materiales impresos; o Clean Cover Gel, un efectivo producto de limpieza específico para cubiertas que da una nueva vida a libros antiguos y especialmente dañados.

También puede ocurrir que la obra esté demasiado deteriorada para una limpieza superficial doméstica. En ese caso, desde Biblio te aconsejamos que recurras a un profesional que evalúe el estado del libro y te recomiende cómo proceder.

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