Tras el estreno de la serie de Scott Frank Gambito de dama, basada en la novela de Walter Tevis, más de 20 millones de personas se unieron a clubs oficiales de ajedrez de todo el mundo. En una época en la que manda la novedad, en la que los últimos modelos de smartphone se quedan obsoletos en cuestión de meses, resulta sorprendente que un juego tan antiguo –tanto, que hasta sus orígenes son difíciles de rastrear– se convierta en la estrella de momento.
Como señala la escritora Irene Vallejo en su ensayo El infinito en un junco, son los nuevos inventos los que tienen que pelear por hacerse un hueco en la sociedad. Los antiguos han alcanzado ya una versión tan perfeccionada de sí mismos que es prácticamente imposible superarlos (¿alguien se imagina una mejor versión de una rueda?). Por su parte, el ajedrez ha demostrado una y otra vez una extraordinaria habilidad para actualizarse y mantener un espacio en la vanguardia de la sociedad.
Para aquellos iniciados en el mundo del ajedrez y en la literatura sobre este juego, Gambito de dama quizás les traiga viejos recuerdos. Los más versados en la materia seguramente apreciarán una primera edición firmada de My Great Predecessors (Mis geniales predecesores), de Gary Kasparov; una primera edición firmada de My 60 Memorable Games (Mis 60 partidas memorables), de Bobby Fischer; una carta manuscrita de José Capablanca; o una copia firmada de Spassky-Fischer Das Grosste Schach-Duell Der Geschichte, un libro en alemán sobre la partida entre Fischer y Spassky firmado por ambos.
Sin embargo, para aquellos que tengan conocimientos muy superficiales o hayan sentido un repentino interés tras ver la serie de Netflix, aquí encontrarás algunos textos para seguir ahondando en este fascinante universo.
Dicen que la realidad superar la ficción, así que si te ha gustado Gambito de dama, aquí hay algunos hilos de los que tirar para dejarte llevar de la ficción a la realidad.
Ajedrez, poder y política
Un caballero contra otro, un ejército contra el enemigo: el juego del ajedrez funciona como una perfecta analogía de la guerra. Siempre ha estado rodeado de política y de luchas de poder. Elisabeth Harmon, la introvertida protagonista de Gambito de dama, no se encuentra cómoda con la parte de la influencia política que conlleva su profesión. Tampoco está a gusto siendo el centro de atención ni atrapada entre instituciones, lobbies y otros grupos que buscan utilizarla para conseguir sus propios intereses.
Hay muchos ejemplos similares en la realidad, pero quizás la historia más conocida sea la de Bobby Fischer y su victoria contra el campeón mundial Spassky durante la Guerra Fría, en lo que se convirtió en la partida de ajedrez más vista de la historia (y que pasó a la posteridad con el título de «encuentro del siglo»).
Como Beth Harmon, Bobby Fischer era un joven talento estadounidense con escasas habilidades para las relaciones sociales. Con tan solo 15 años, se convirtió en el gran maestro más joven de la historia. Su personalidad, un tanto caótica y excéntrica, probablemente encontró cobijo en el cerrado mundo del ajedrez. Sin embargo, tras ganar el campeonato del mundo contra Boris Spassky en 1972, las repercusiones del partido fueron mucho más allá del tablero.
Tras décadas de reinado soviético en el mundo del ajedrez, y durante los años más intensos de la Guerra Fría, ganar este partido se convirtió en un asunto de orgullo nacional y una victoria ideológica contra el comunismo. El gobierno norteamericano había intercedido para asegurarse de que Fischer llegara al torneo y se aumentó el valor del premio.
No obstante, las excentricidades de Fischer resultaron insoportables durante la partida, no dejaba de quejarse de las condiciones. Después de que Spassky aceptara la inédita petición de que este jugara desde una habitación alejada de los focos, Fischer se las arregló para ganarle y convertirse en campeón mundial.
Desde ese momento, la vida de Fischer sufrió una serie de eventos difíciles de explicar. Rechazó incluso defender el título, desapareció en varias ocasiones, infringió la legislación estadounidense jugando de nuevo contra Spassky en la antigua Yugoslavia y terminó en el exilio.
Hay mucha literatura sobre la vida de Fischer, pero Bobby Fischer se fue a la guerra, de David Edmonds y John Eidinow, narra con detalle el torneo mundial de 1972. Algunos ecos de aquella batalla se representan claramente en Gambito de dama.
En la Unión Soviética el ajedrez jugaba un papel muy importante en aquella época. Un libro que, aunque contiene afirmación controvertidas, arroja luz sobre la importancia y el uso de este juego desde el poder es The KGB plays chess (sin traducción al español), del gran maestro Boris Gulko, Viktor Korchnoi, el periodista Yuri Felshtinsky y el antiguo miembro de la KGB Vladimir Popov.
Ajedrez y tecnología
En Gambito de dama, Beth queda fascinada primero por el propio tablero. Aprende a jugar casi de manera intuitiva, pero las cosas se ponen serias cuando su mentor, Mr. Shaibel, le ofrece un libro para que estudie las diferentes aperturas. Se trata de estrategias que han sobrevivido y han sido mejoradas a lo largo de generaciones. El ajedrez siempre ha ido de la mano de la tecnología y también de la evolución de la industria del libro, lo que ha permitido que las técnicas se difundan a lo largo del tiempo y ha propiciado que se convierta en un juego cultural que no solo dependa del talento de cada participante.
Así como podemos encontrar primeras copias de libros de ajedrez fechados en los siglos IX o X, y seguir su difusión tras la invención de la imprenta, el ajedrez también ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de los ordenadores y la relación que los humanos tenemos con las máquinas que fabricamos.
En 1996, un ordenador llamado Deep Blue fue el primero en vencer en una partida de ajedrez al campeón mundial Garry Kasparov. No obstante, perdió el juego general 4-2, regresó como una versión mejorada en 1997 y se convirtió en la primera máquina en vencer a un humano bajo las condiciones oficiales de un torneo. Su uso de los cálculos masivos consiguió descifrar el juego en un alarde de gran poder y muchos pensaron que este sería el final del ajedrez teniendo en cuenta que las máquinas serían a partir de entonces las grandes maestras. Otro de los jugadores más excepcionales que aceptaron batirse contra las máquinas fue David Bronstein.
Sin embargo, las máquinas no entienden la lógica humana y juegan a partir un cálculo en bruto, así que en lugar de luchar contra la tecnología, los maestros del ajedrez combinan inteligencia artificial y humana en el juego. Se ha demostrado que la suma de la capacidad de cálculo de un ordenador junto a la intuición y estrategia de un humano pueden vencer tanto a las máquinas como a las personas por separado.
Estos continuos experimentos redefinen cómo pensamos la tecnología, la inteligencia artificial y nuestro futuro rodeados de ordenadores. Kasparov, por cierto, desarrolló una nueva versión del ajedrez llamada Arimaa, que pone a las máquinas contra las cuerdas cuando se trata de jugar contra humanos. ¿Hay habilidades que siempre serán exclusivas de las personas o las máquinas acabarán por tenerlas todas? El ajedrez, sin duda alguna, explora esa posibilidad.
Si te interesa este aspecto, puedes leer Kasparov contra Deeper Blue, de Daniel King; Kasparov and Deep Blue, The Historic Chess Match Between Man and Machine, de Bruce Pandolfini, sin traducción al español; o How to Use Computers to Improve your Chess, de Christian Kongsten, también en inglés.
Ajedrez y feminismo
Si hay algo que destaca en Gambito de dama es su apuesta feminista, gracias a un personaje femenino que se abre camino sola en un deporte dominado por los hombres. Es precisamente aquí donde encontramos inspiradores ejemplos en la realidad, que se merecen la misma fama, sino más.
El gambito es un movimiento que consiste en sacrificar una pieza a cambio de una ventaja de posiciones. Cuanto más valor tenga la pieza sacrificada, mayor será la ventaja adquirida.
En diciembre de 2017 se anunció que el Campeonato Mundial Femenino de Ajedrez tendría lugar en Arabia Saudí. Apenas un par de semanas más tarde, Anna Muzychuk, la doble campeona del mundo en aquel momento, hizo un gambito en forma de post de Facebook: anunció que rechazaba defender sus títulos y jugar en un país donde tendría que estar acompañada constantemente, ponerse un hiyab y ser tratada como una ciudadana de segunda. Debido a este gesto, Muzychuk perdió los dos títulos mundiales y el premio que hubiera podido conseguir de haberlos mantenido. Su post en Facebook se convirtió en el más compartido y con más números de me gusta de todos los publicados por un ajedrecista, y solo podemos esperar que la ventaja ganada por su valentía supere el coste de su sacrificio. Al menos, Mzychuk nunca se ha arrepentido de su decisión.
Aunque el personaje de Beth Harmon de Gambito de dama no está basado en ninguna jugadora de la vida real, sí que hay una mujer que irrumpió en la dominación masculina del ajedrez y venció a algunos de los mejores jugadores del mundo. Su nombre es Judit Polgár.
Judit Polgár (Hungría, 1976) es la menor de tres hermanas. Sus padres defendían la tesis de que los genios se hacen, no nacen, y quisieron comprobarla educando ellos mismos en casa a sus hijas, especialmente en el juego del ajedrez.
Polgár empezó a practicar cuando tenía cinco años, poco a poco el entrenador de su hermana aceptó que participase en sus clases. Pronto empezó a demostrar un gran talento para el juego. Con 14 se convirtió en maestra internacional, con 15 años y cuatro meses superó el record de Bobby Fischer y se convirtió en la jugadora más joven en ser nombrada gran maestra. Sus hermanas, Susan y Sofia, también son gran maestra y maestra internacional, respectivamente.
Aunque las mujeres pueden participar en los torneos generales, normalmente lo hacen en torneos separados. Polgár, sin embargo, decidió no competir en los campeonatos femeninos para hacerlo en los generales. A pesar de que ya paladeaba el éxito desde que era una adolescente, todavía tenía que escuchar a los mejores jugadores del mundo decir que era una jugadora fuerte por ser mujer, pero, aún así, solo una mujer. Se convirtió en uno de los diez mejores jugadores del mundo y venció a campeones mundiales como Kasparov, Karpov y Spassky.
Polgár escribió tres libros sobre su ascenso hasta el Olimpo del ajedrez. A lo largo de ese tiempo, hay muchas historias que merecen atención y que podrían convertirse en una emocionante novela. Por ejemplo, hubo un incidente bastante controvertido durante una partida contra Kasparov en Madrid en el que él infringió las normas del juego y ella, una joven de 17 años intimidada por estar enfrentándose a su ídolo de infancia, no se atrevió a contarle al árbitro lo que estaba pasando.
Esperamos que estas historias te hayan inspirado para seguir profundizando en la literatura sobre el mundo del ajedrez. Hay un vasto número de biografías sobre jugadores famosos y todas ellas tienen apuntes o enfoques interesantes. Igualmente existen muchos artículos coleccionables que se pueden encontrar fácilmente.
Por último, si te han seducido las diferentes técnicas del juego y quieres explorar estrategias, creatividad o la psicología que subyace bajo este deporte, ya sabes lo que tienes que hacer: ¡cómprate un libro!
¡Encuentra en BIBLIO tu próxima lectura!
Otras lecturas sugeridas
- Fundamentos del ajedrez, de Capablanca
- Mis geniales predecesores, de Garry Kasparov
- Mis 60 partidas memorables, de Bobby Fischer
- Anatoly Karpov, el virtuoso de los finales, de Tibor Károlyi
- Novela de ajedrez, de Stefan Zweig
- La defensa, de Vladimir Nabokov
- El ajedrez de torneo, de D. Bronstein
- La diagonal Alekhine, de Arthur Larrue
- El peón, Paco Cerdà
- The Queen of Katwe, de Tim Crothers (sin traducción, pero existe una película homónima)
- The Rating of Chessplayers, Past and Present, de Elo
- Chess for Beginners, de Yelizaveta Orlova
- Chess Text in the English Language printed before 1850, de Whyld
- Betts’ CHESS: An Annotated Bibliography of Works published in the English Language 1850-1968
- Il Gioco de Gli Scacchi, de Pietro Carrera
- Modern Chess Openings, de Richard Clewin Griffith
- Libros italianos sobre ajedrez del siglo XVI: Il giuoco de gli scacchi di Rui Lopez, manual de Gianutio Horatio
