La escribió a toda prisa y a su pesar, pero el espíritu con el que Louisa May Alcott redactó su obra más conocida no consiguió permear las páginas de una historia que se convirtió en un clásico atemporal y un canto a la alegría de vivir. El libro de Mujercitas fue un encargo de su editor, Thomas Niles, que buscaba para el catálogo de la editorial Roberts Brothers de Boston una obra dirigida al público femenino y juvenil.
Estas dos etiquetas han perseguido desde entonces a esta novela, pese a que sus relecturas ofrecen muchos y más interesantes matices. Y esa posibilidad de ensancharse en cada nuevo acercamiento quizás sea lo que la haya aupado como un libro de cabecera para tantas lectoras.
Alcott (Pensilvania, 1832 – Boston, Massachusetts, 1888) narra con aparente ligereza la historia de la familia March, especialmente el viaje a la vida adulta de las cuatro hijas de la familia: Meg, Jo, Beth y Amy. Pero como todos los clásicos de la literatura, Mujercitas habla realmente de las cosas importantes de la vida: del amor y de la guerra, de la pobreza, del destino, de la familia, de las imposiciones sociales, de los sueños y esperanzas, de las frustraciones y de la imposibilidad de cumplir nuestros deseos.
Mujercitas es el libro que ha marcado a muchas generaciones de lectoras y escritoras. Quizás, incluso, el libro que ha convertido en escritoras a muchas lectoras. La determinación del personaje de Jo resultó fundamental para escritoras como Simone de Beauvoir, Ursula K. Le Guin, Carson McCullers o Patti Smith.
«Hubo un libro en el que creí ver reflejado mi futuro: Mujercitas, de Louisa May Alcott. […] Me identifiqué apasionadamente con Jo.[…] Para imitarla mejor compuse dos o tres cuentos», escribe Beauvoir en sus diarios. Mujercitas es también el primer libro que compran y leen juntas como una especie de ritual Lenú y Lila, las protagonistas de la saga La amiga estupenda de Elena Ferrante.
Sin embargo, aunque el carácter rebelde del personaje de Jo March (un alter ego de su autora) sea uno de sus mayores atractivos para las lectoras que buscan modelos entre líneas, el resto de las hermanas no dejan de ofrecer sugestivas lecturas. Puede que como modelos de mujer a evitar, pero también como muchachas pragmáticas y realistas que vivían en una época en la que un buen matrimonio podía cambiar el destino de una familia, como la suya, venida a menos.
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¿De qué trata Mujercitas?
Situada en la ciudad de Concord (Massachusetts), Mujercitas es un libro que aborda la vida de la familia March, una madre y cuatro hermanas, mientras su padre, el señor March, está luchando en la Guerra Civil de Estados Unidos. La mayor, Meg, tiene 16 años, le siguen Jo con 15 años, Beth de 13 y Amy, con 12.
Aunque con hechuras de novela de aprendizaje y apariencia de retrato costumbrista, Alcott narra con todos sus claroscuros el paso de la niñez a la madurez –ese pasaje en el que se define la identidad de cada persona– de las hermanas March.
La literatura y la fantasía tienen un peso muy relevante en la trama. La autora se inspiró en su infancia junto sus tres hermanas para construir Mujercitas, un relato también atravesado por la educación que les inculcó su padre, el filósofo Amos Bronson Alcott, que abogaba por el crecimiento espiritual. Alcott era un notable intelectual y la casa familiar recibía las frecuentes visitas de escritores como Henry David Thoreau o Ralph Waldo Emerson.
La pedagogía con la que son educadas las hermanas March se centra más en valores como la bondad, el amor, el esfuerzo y el trabajo, que en cuestiones materiales. Si bien la relación entre el amor (o más bien el matrimonio) y el dinero es también una constante.
El planteamiento de Mujercitas difiere bastante de la literatura destinada al público femenino adolescente de la época, quizás con una intención más moralista que la propuesta de Alcott. La personalidad de las hermanas March es compleja y profunda, y existe en todas ellas, aunque en diferente medida, una tensión entre el deber familiar y social y la realización personal.
Tienen aspiraciones que van más allá del hogar y el matrimonio y plantean, cada una a su manera, pequeñas revoluciones, siendo Jo quien más allá va en su voluntad de independencia. La reivindicación de la autonomía material y creativa está fuertemente presente en toda la obra, así como la posibilidad de un destino alternativo.
Aquellas mujercitas
La que conocemos hoy como Mujercitas fue una obra publicada en dos volúmenes. La primera parte se publicó en 1868 y, un año más tarde y, aparecía el segundo tomo bajo el título de Aquellas mujercitas, aunque posteriormente ambas partes se empezaron a imprimir conjuntamente. El primer volumen se inicia en un invierno de la Guerra de Secesión y termina la Navidad siguiente; mientras que el segundo tiene lugar tres años más tarde.
Aquellas mujercitas no entraba en los planes iniciales de Louisa May Alcott, sino que fue la presión de las lectoras quienes la obligaron a resolver los destinos de la familia March. Entre las demandas más recurrentes estaba la de que Jo acabase casada con Laurie, el adinerado vecino de la familia.
Alcott satisfizo la petición, pero a su manera. En una carta a una amiga, la autora escribe: «Jo debería haber sido una solterona literaria [como lo fue la propia Alcott, por otro lado], pero tantas jovencitas entusiastas me han escrito reclamando clamorosamente que debería casarse con Laurie, o con alguien, que no me atreví a negarme y, por pura perversión, le busqué una curiosa pareja». Esa pareja fue el profesor Bhaer.
Mujercitas tuvo dos especies de spin-offs: Hombrecitos (1871) y Los muchachos de Jo (1886). El primero narra la historia de Jo Bhaer (antes, Jo March) y de los niños de Plumfield, la escuela que codirige junto a su marido. Mientras que Los muchachos de Jo supone el desenlace tanto de la historia del matrimonio Bhaer como de los niños de Plumfield que aparecen en la novela anterior.
Los pasajes censurados
Años después de su publicación, en 1880, el libro original sufrió algunos reajustes. Los editores, que consideraban que algunos pasajes eran demasiado sonrojantes o rompedores para la época, pidieron a Alcott que los revisara. Entre ellos, se encontraban extractos del diario que Jo escribe en Nueva York. Esa versión más edulcorada fue la que se tradujo en todo el mundo. En inglés y en otras lenguas el error se fue subsanando y la versión íntegra se reeditó a lo largo del siglo XX, aunque en español no fue hasta 2004 que la editorial Lumen sacaría al mercado la novela sin censura, en la versión ilustrada por Riika Sormunen.
Mejores ediciones de Mujercitas y otras ediciones de coleccionista
En BIBLIO puedes encontrar numerosos ejemplares de Mujercitas de segunda mano haciendo clic aquí, pero si lo que buscas es una edición más especial para regalar o coleccionar, echa un vistazo a esta selección:
Edición anotada
En 2018 la editorial Akal publicó una completa edición anotada que ofrece, además del texto original, explicaciones sobre las referencias de la novela y datos de la vida real de su autora, cuya biografía, como hemos comentado, guarda notables paralelismos con algunos de los pasajes del libro. Esta edición incluye imágenes tomadas en casa de los Alcott e ilustraciones, además de las anotaciones de John Matteson, biógrafo y estudioso de May Alcott.
Ediciones ilustradas de Mujercitas
Son numerosas las ediciones ilustradas que se pueden encontrar en el mercado. Entre las más recientes, están la de María Hesse en Alfaguara y esta de Lumen con prólogo de la escritora y editora Elena Medel y dibujos de Rikka Sormunen.
Primera edición de Mujercitas
Cuando Louisa May Alcott recibió el encargo de esta obra, tenía 35 años y hasta la fecha había cultivado el género satírico y los thrillers sensacionalistas. De ahí que no recibiese con demasiado agrado la petición de una obra con las categorías de femenino y juvenil. Su primer libro se había publicado en 1854, al que le siguieron más de 30 novelas y libros de relatos. El ritmo de escritura fue frenético, Alcott redactó 12 capítulos entre mayo y junio de 1868 y terminó otros 10 para mediados de julio.
Mujercitas se publicó por primera vez en 1968. El éxito fue inmediato y arrollador. Un año más tarde, aparecía la segunda entrega de la obra, Aquellas Mujercitas. Para este segundo volumen, Alcott tampoco tuvo tregua en la escritura. Empezo su redacción el 1 de noviembre y el primer día de 1869 ya había enviado el manuscrito a la editorial.
Esta primera edición disponible en BIBLIO, publicada con el título de Little Women, es toda una rareza en el mercado.
Guión de la película Mujercitas (1949)
En BIBLIO puedes encontrar tamibén el tercer borrador del guion de la adaptación de Mujercitas de 1949. Dirigida por Mervyn LeRoy, en un principio la cinta estaba producida por David O. Selznick, que tuvo que vender los derechos a la MGM. Fue una de las películas más taquilleras del año de su estreno y, entre su elenco, se encontraban Janet Leigh, Margaret O’Brien, June Allyson, Mary Astor y Elizabeth Taylor. En BIBLIO también puedes encontrar la publicación de otros guiones adaptados haciendo clic aquí.
Hasta la fecha, han sido cuatro las películas que han llevado al cine la historia de Louisa May Alcott. La primera se estrenó en 1933 con el título de Las cuatro hermanitas, dirigida por George Cukor y con Katharine Hepburn en el papel de Jo. Después vendría la de 1949. La versión de 1994, dirigida por Gillian Armstrong, se convirtió en la primera dirigida, escrita y producida por mujeres. Y, por último, en 2019 se estrenaba Mujercitas de Greta Gerwig, que incluye novedosas decisiones respecto al orden cronológico y consigue ser fiel al espíritu de la obra sin dejar de ser, al mismo tiempo, una de las propuestas más singulares y libres de la novela.
Otras ediciones interesantes
La popularidad de la historia de Alcott ha propiciado que a lo largo de las décadas hayan aparecido preciosas ediciones vintage, ilustradas, encuadernadas en tapa dura, dignas de ocupar los lugares más destacados de cualquier colección. En español, puedes encontrar algunas de ellas aquí; mientras que en inglés, las opciones se multiplican. Algunos ejemplos son esta edición ilustrada de 1910, esta otra con más de 200 ilustraciones o esta de 1985 publicada por Reader’s Digest Association.
