La literatura de vampiros es un subgénero de la literatura de terror y uno muy popular, además, que ha ido renovándose y ofreciendo nuevos mitos constantemente. Se da también la peculiaridad de que son los relatos clásicos –aquellos románticos que tomaron el mito popular y lo embellecieron– los que han alumbrado a los vampiros más famosos de la literatura, siendo Drácula el arquetipo de vampiro, la criatura elegante, carente de sentimientos y seductora, que ha pasado al ideario colectivo.
Bram Stoker escribió una de esas novelas cuya originalidad y estilo la convierten, como su personaje, en eterna. Como todo clásico de las letras, Stoker habla de las pasiones y emociones humanas a través de una figura evocadora y pintoresca que se ha convertido, junto a Frankenstein, en el personaje más popular de la ficción sobrenatural.
El vampiro era un personaje habitual en las leyendas populares de las regiones balcánicas. Su paso a la literatura amplió el mito, y poetas y escritores fueron humanizando poco a poco a esta criatura que regresa desde los muertos y se alimenta de sangre humana. Entre las primeras apariciones literarias del vampiro se encuentran los poemas De Vampir de Heinrich August Ossenfelder (1748), Christabel de Samuel Taylor Coleridge (1797),Thalaba the Destroyer, de Robert Southey (1801) o The Giaour de Lord Byron (1813). Después vendría el famoso relato de John William Polidori, la primera vampira, Carmilla, y Drácula.
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Clásicos de la literatura vampírica
El vampiro, de John William Polidori
Fue John William Polidiri quien concibió al vampiro como un personaje elegante y exquisito. Polidori había sido invitado por Lord Byron, de quien era médico personal, a pasar el verano en la famosa Villa Diodati en la que Mary Shelley también escribió Frankenstein o el moderno Prometeo.
El autor tenía apenas 20 años y se dice que el personaje de El vampiro (1819) podría estar influenciado por el propio Lord Byron. Su personaje se convirtió en el modelo sobre el que se construyeron los vampiros literarios posteriores.
Existe una recopilación de los relatos creados durante el que se conoce como el año sin verano titulado La noche de los monstruos, en el que se incluye, además de El vampiro y Frankenstein, textos de John William Byron, George Gordon Byron y Percy B. Shelley. En este post ya te contamos todo lo que dio de sí aquella apasionante reunión en Villa Diodati.
Drácula, de Bram Stoker
El auge de la literatura vampírica durante la época victoriana culminó con la novela que idealizó definitivamente la figura del vampiro, Drácula. El clásico de Bram Stoker está inspirado en el personaje histórico transilvano Vlad III de Valaquia o Vlad el Empalador. Se publicó originalmente en 1897 y en español existe una interesante edición anotada publicada por Akal.
Cuenta Juan Antonio Molina Foix en la introducción a la edición de Cátedra (una de las más completas e interesantes en español) que, al principio, Drácula fue una obra desdeñada por los críticos. Con el tiempo se ha convertido en un clásico indiscutible, que no ha dejado de publicarse desde su aparición.
No obstante, las traducciones a otras lenguas, con excepción del francés en 1920, tardaron bastante en aparecer. En España no se tradujo hasta 1935 y en Rumanía, donde está situada la trama, a excepción de algunos fragmentos que habían aparecido en una revista en 1928, todavía no era conocida para 1974.
Soy leyenda, de Richard Matheson
De corte distópico (Matheson es un gran escritor del género de ciencia ficción), Soy leyenda se convirtió en uno de los grandes hitos literarios de la segunda mitad del siglo XX. A través de una historia de vampiros, el autor aborda también la soledad y el aislamiento y reflexiona sobre el bien y el mal, el concepto de normalidad y el miedo a lo diferente. Soy leyenda fue publicada en 1954 y está considerada como la obra más relevante de la producción de Matheson por su gran originalidad y su concepción del vampirismo como enfermedad en lugar de una condena.
Entrevista con el vampiro, de Anne Rice
A finales de la década de 1970, Anne Rice le devolvió popularidad al género con la publicación de Entrevista con el vampiro (1976), la primera entrega de la saga Crónicas vampíricas. En los 13 libros que la componen, la autora narra la historia del vampiro Lestat de Lioncourt. Rice añadió cierta dosis de sensualidad a los chupasangre, un detalle que influyó notablemente en sagas posteriores como Crepúsculo. Especialmente las tres primeras entregas están consideradas entre las más importantes del género.
Carmilla, de Joseph Sheridan Le Fanu, la primera vampira
Una de las obras que influyó en el clásico de Drácula fue Carmilla, una creación del autor irlandés Joseph Sheridan Le Fanu publicada en 1872. Se trata no solo de la primera mujer vampira de la literatura, sino también la primera obra de vampirismo lésbica, cargada de una atmósfera sugerente e irresistible. Apareció por primera vez en la revista The Dark Blue y es una historia que merece un puesto honorífico en la producción literaria de terror.
Libros de vampiros infantiles y juveniles
Son varias las historias que introducen a niños y jóvenes en el mundo del vampirismo de una manera atractiva y entretenida.
Entre los títulos más conocidos para los más pequeños se encuentra la saga de El pequeño vampiro, de Angela Sommer-Bodemburg, cuyo primer libro fue publicado por primera vez en 1979. La autora explora la amistad entre el niño Anton y el vampiro Rüdiger von Schlotterstein.
Otra popular serie es Crepúsculo, publicada originalmente en 2005 y destinada al público adolescente. Son seis libros y batió récords de venta en todo el mundo, especialmente tras la adaptación cinematográfica. En la misma línea, intensa y con toques de romanticismo, se encuentra La sombra del vampiro, de Bella Forrest. Crónicas Vampíricas, de L.J. Smith, también es una buena opción para lectores adolescentes.
Otras opciones son las adaptaciones, con un lenguaje más sencillo y a menudo con ilustraciones, de Drácula. Uno de los más destacados es el publicado por Alfaguara con ilustraciones de Siamés Escalante.
Libros de vampiros y romance
La mezcla entre romance e historias vampíricas son una de las más buscadas en las estanterías de las librerías. El tapiz del vampiro, de Suzy McKee Charnas, es una propuesta que, además de proponer una trama con cierto erotismo, resulta muy original y hay quienes la sitúan entre los mejores libros de vampiros románticos. Otra saga en esa línea que entrecruza romanticismo y fuerzas sobrenaturales es La Hermandad de la Daga Negra, de J. R. Ward.
Otros vampiros
El vampiro de Ropraz, de Jacques Chessex
Chessex, poeta, ensayista, novelista y autor de una extensa obra –ganó el Goncourt en 1973 por El ogro–, es el responsable de una de las obras recientes del género vampírico más alabadas. Con tintes de novela histórica, Chessex retrata en esta historia situada a principios del siglo XX las formas de vida de la época, las supersticiones y creencias de una localidad sacudida por un estraño suceso que hace resurgir las más oscuras osbsesiones.
Déjame entrar, de John Ajvide Lindqvist
Esta historia de terror contemporáneo, inspirada según el propio autor en Carmilla, aborda la amistad entre un niño mortal y una niña vampira. Además de la temática sobrenatural, la historia también aborda otros temás como el acoso escolar, el alcoholismo, la pederastia o el suicidio. El libro multiplicó su popularidad con una fantástica adaptación cinematográfica hecha en Suecia en 2005 y el posterior remake norteamericano.
Vlad, de Carlos Fuentes
El escritor mexicano publicó este libro poco antes de morir en 2012 y situó a un vampiro en México. Esta auténtica rareza en la producción literaria del autor está influenciada especialmente por el estilo de Stoker.
El misterio de Salem’s Lot, de Stephen King
Es la segunda novela publicada de Stephen King tras Carrie. En un primer momento, en español se tradujo su título como La hora del vampiro, ya que el protagonista de la historia, Ben Mears, descubre que su ciudad natal está siendo tomada por un grupo de vampiros. Para muchos de los seguidores de King, este título está considerado como uno de los mejores de su extensa producción.
Sueño del Fevre, de George R.R. Martin
Además de dragones, George R.R. Martin también ha escrito sobre vampiros. Se trata de Sueño de Fevre, una novela publicada en 1982 y ambientada a mediados del siglo XIX en la cuena del Misisipi. En español fue traducida el mismo año de su publicación por la editorial Acervo y recuperada años después por Gigamesh, el mismo sello que ha sacado en español la saga de Canción de hielo y fuego. Existe también una versión en cómic en la editorial Glénat.
El vampiro, de Nick Groom
Nick Groom aborda en este ensayo la figura del vampiro como sujeto histórico y la utiliza para hablar de literatura, cultura popular, economía, política… Es un acercamiento sociológico al vampirismo, desde el origen folclórico del fenómeno en 1725 en las fronteras orientales del Imperio de los Habsburgo. Groom, profesor de Literatura Inglesa en las Universidades de Exeter y Macau, repasa la historia del vampiro desde la criatura de ficción hasta su concepción como antihéroe de los marginados y excluidos, pasando por las supersticiones relativas a la sangre y el cuerpo.
Ensayos sobre vampirismo
- Tratado sobre los vampiros, de Agustín Calmet (Reino de Cordelia). El historiador, biblista y benedictino francés Agustín Calmet publicó en 1751 uno de los primeros tratados sobre vampirología.
- Miedo y deseo. Historia cultural de Drácula. Alejandro Lillo aborda en este ensayo la influencia cultural del personaje de Stoker, el poder del miedo, la fuerza del deseo y la percepción que las clases dominantes tienen de sí mismas.
Entrevista con el Vampiro es una novela que da mucho que pensar, los personajes están muy bien construidos. Hace poco me leí una novela de Amazon llamada Más allá del Tiempo de Nancy Cullen, y ocurre algo parecido con el personaje de Alfredo: es complejo, a la vez que divertido.
totalmente de acuerdo, la profundidad de cada uno de los personajes, la complejidad de cada uno de ellos hace que sea mi libro de vampiros preferido.