Encuadernaciones

Parte de lo que convierte a los libros de anticuario en piezas de coleccionista son sus delicadas y bellas encuadernaciones. La tradición de la encuadernación de libros ha recorrido un largo camino desde las tabletas de arcilla y las hojas de palma que se utilizaban en el mundo antiguo. Después de que los encuadernadores dejaran de usar este tipo de materiales, empezaron a trabajar con cuero, tanto de vaca como de tenero. Según fue aumentando el reconocimiento del trabajo de la encuadernación, algunos artesanos comenzaron también a acoplar a los libros piedras preciosas y metales. Y aunque muchos de estos libros se destruyeran debido a los saqueadores que querían hacerse con las joyas, todavía quedan algunas obras con esta rara y exclusiva encuadernación. Por supuesto, también existen otros tipos de elegantes encuadernaciones. Todavía hoy en día se puede encontrar diarios con encuadernaciones de puntada larga, que se caracterizan por unir con costura diferentes partes de un libro. El origen de esta técnica se sitúa en Alemania durante la época medieval y se ha usado desde entonces. De manera similar, la encuadernación etíope presenta un método de costura de puntada de cadena que utiliza dos agujas. Es interesante señalar que aunque las tapas eran de madera, a menudo se dejaban al descubierto y sin adornos. Los libros con encuadernaciones tan exquisitas son también piezas de arte, aportan valor y color a cualquier colección. Tanto si el coleccionista decide centrarse exclusivamente en un tipo de encuadernación como si opta por la diversidad, cualquiera de estos libros mejorará enormemente su colección.